Final.
Sus manos tiemblan cuando se aferra al barandal del avión, habían aterrizado hace apenas unos minutos, podía sentir desde ya la brisa fresca, lo recibía una linda vista del atardecer junto con pajaritos volando por todos lados, como si fuera un escena sacada de una película.
El corazón de ambos late de ilusión.
Era el primer viaje que hacían sin sus cachorros, los cuales se quedaron al cuidado de los papás de Jimin, estaban en muy buenas manos.
Después de un largo tiempo de dolor, malestares, confusiones y pérdidas, la paz reinaba por todos lados, el silencio después del ruido es lo mejor y es como podrían describir aquello.
Solo estarían de visita una semana ya que Jimin tenía que ayudar a Jin con los planes de su boda. Su mejor amigo se casaba, no quieren perder más tiempo el par de enamorados, así que por eso el evento sería en dos meses, Jimin ya lo sabía obviamente porque un muy preocupado Jongsuk le pidió consejos, el no sabía mucho pero todo lo que le dijo le ayudó.
Namjoon y Taehyung mantenían una relación sana, a pesar de lo mal que se sintió Namjoon al principio por el miedo del qué dirá la gente, tiró todos esos pensamientos a la basura y se enfocó en el amor incondicional que le tiene, hasta puede que hayan decidido adoptar... un cachorro.
La vida de Jungkook y Jimin, siempre ha sido buena, una que otra vaga discusión por no saber lo que el otro quería o pensaba, pero hablan siempre de ello en una mesa que termina en besos acalorados, amaban en secreto esas discusiones. El alfa regresaría a trabajar regresando del viaje, Jimin se quedaría con dos niñeras capacitadas en su trabajo para que no esté solo, no le agrada tanto la idea, no le gusta que haya mucha gente desconocida cerca de sus hijos, pero tendrá que acostumbrarse.
La habitación en el hotel estaba programada desde hace tiempo, no hubo necesidad de hacer una fila, solo recogieron la llave y con ayuda subieron las maletas al cuarto.
Jimin chilló cuando Jungkook lo cargó en brazos como si fueran recién casados, lo tiró en la cama y él cayó encima del menor sin aplastarlo, ambos ríen, sus ojos se pierden en los del contrario, brillan como diamantes. A pesar del tiempo, Jungkook se veía más guapo, trabaja en el gym todas las mañanas, se nota en sus brazos fuertes, ya quiere verlo en sus camisetas blancas, sabe que se le marcarán los brazos cuando la tela se ajuste a ellos y él solo lubricará a más no poder.
Empiezan a besarse lento, sin prisa, el deja caricias a los costados de su cintura, sabe que a Jimin le encanta, ronronea gustoso por el trato, se deja amasar, tocar y acariciar. Las manos cambian de lugar y ahora están en su pancita dando círculos y jugando con su ombligo, se remueve gustoso.
—Te daré la mejor semana de vacaciones —Jeon le promete.
—Contigo presente apuesto que lo será.
El omega le sonríe. Empieza a jugar ahora con él, enreda una de sus piernas en su espalda y lo empuja hacia abajo, cuando su objetivo está apuntando a su trasero empieza a restregarse. Jungkook gruñe, ahora el beso se volvió caliente, pide el control y Jimin se lo da, gime sin parar sus movimientos, pero Jungkook lo detiene con una mano en su cadera presionando hacia el colchón.
Reprime sus quejidos bajando las manos a la cintura de el alfa, muerde su labio esperando alguna señal, quería seguir.
—Te extraño mucho, no hemos tenido contacto con meses —Jimin se sincera susurrando aquellas palabras casi sin voz, se sentía apenado, nunca lo sintió hasta ahora.
Es solo que, nunca tuvo la necesidad de pedir unirse con él, pasando los meses ese sentimiento creció, al igual que sus inseguridades.
—¿Estás bien con esto? ¿Ahora? —se preocupa deslizando las manos por los costados de su cuerpo, con delicadeza y paciencia.
Sus ojos se vuelven oscuros, no hubo respuesta de su parte, solo acciones.
Lo atrae de nuevo y esta vez se asegura de que no se aleje, sus uñas se entierran en sus homoplatos, siguen restregándose uno al otro, la habitación se empieza a calentar y las sábanas a moverse de su acomodado lugar.
Siente muchas emociones alrededor de él, se exita al sentir lo brusco que Jungkook empezó a hacer, su lado salvaje estaba por salir. Él tiró de su pelo hacia atrás sin lastimar, cuando tuvo acceso a su cuello mordió los bordes de su marca sin mucha atención, sus piernas estaban húmedas y temblando, la boca se le secó pero el agua no es la bebida que quiere probar ahora.
—Siempre serás perfecto para mis ojos, al único que mirarán.
Quiere llorar estando caliente, pero no quiere derramar ese tipo de lágrimas ahora.
Sabe como manejarlo, siente que va rápido, cuando la camisa de ambos sale fuera de sus cuerpos, ataca sus pechos levemente hinchados, él se volvió fanático cuando fue la época de amamantar a sus cachorros.
Y Jungkook siendo el más alto y grande a comparación de su cuerpo lo tapa por completo, en algunas partes lo aplasta pero aún así no le importa porque él es muy bueno con sus manos ahora mismo como para ponerle atención en eso.
Lo acaricia sin dejar escapar algún lugar, las yemas de sus dedos bajan de su pecho a su pelvis de manera lenta, cierra los ojos y se mueve hacia arriba haciendo un puente con su cuerpo, Jungkook sonríe entre su cuello, debajo de él sólo siente temblores y suspiros entrecortados.
Sin más juegos mete la mano dentro de sus pantalones, Jimin gime en su oído y muerde parte de su cuello. Se siente tan bien, aunque la sensación era algo desconocida para él, no sabía cuánto extrañaba esto.
—Eres un buen chico —Jungkook lo halaga.
Acaricia de arriba hacia abajo su polla, torturando su cuerpo con caricias juguetonas, sus ojos estaban completamente negros del deseo, quería comerlo y no dejar nada de él.
Su respiración se acelera y allí es cuando el alfa para.
—¿A-Alfa? —se queja con una lágrima corriendo por su ojo izquierdo que quita con las yemas de sus dedos.
—Quitaremos esto.
Desabrocha por completo el pantalón y lo baja por sus piernas, aprovecha para hacer lo mismo y solo quedar en ropa interior, el único que es desnudado por completo es Jimin que siente un ligero frío por la exposición así.
Lo hace sentir peligroso.
De nuevo trepa encima de él con otra intención aparte de tocar, tenía ganas de probarlo. Su idea la pone en marcha enseguida, besa su pancita y baja besando entre sus muslos, muerde la piel dejándola marcada, Jimin tiembla de más al saber su propósito y gime alto cuando empieza a lamer su entrada, se sostiene de las sábanas azules con fuerza dejando sus nudillos blancos.
Jungkook mete su lengua y da giros empezando a degustar del lubricante de su amante, imagina su rostro, sus expresiones y muecas mientras degusta del mejor platillo que pudo haber probado.
Puede hacer más que eso, su mano persigue sus pezones hasta que vuelve a topar con ellos, Jimin se sentía estimulado al cien tanto que sentía su orgasmo cerca, no quería que Jungkook parara aún.
—Ya c-casi —Jimin balbucea y chilla.
—Vamos cariño —alienta, sin parar sus movimientos con su lengua.
El omega cierra los ojos, un gemido directo de su garganta sale cuando mancha toda su pancita y parte de la cara de Jungkook con su corrida. El más grande sonríe fascinado y agarra algo de su semilla de su cara para llevárselo a la lengua con su dedo pulgar.
Jimin podría tener otro orgasmo luego de ver eso.
El alfa se siente satisfecho con su trabajo, pero quería terminarlo. El omega aún respiraba tembloroso cuando fue jalado contra él para chocar sus cuerpos, Jungkook siente el calor de nuevo, no pierde ni un segundo más y entra en él, Jimin gime haciendo su cabeza hacia atrás virando los ojos.
Sus uñas se entierran en su espalda, líneas rojas bajo sus dedos, Jungkook sonríe sus manos bajando a sus caderas para sostenerse de algo y empezar a moverse. Los primeros golpes van directo a su próstata, se escuchaba el leve chapoteo de sus pieles, la respiración del mayor agitada y el ruido de la cama rechinando.
—Iré más rápido. ¿Está bien?
—¡Si!
Y todo se vuelve salvaje y sucio.
El calor en su vientre se hace más presente, su trasero duele por los golpes sin cesar que resive, está sin opciones al momento de querer aferrarse a algo pero todo lo regresa a él porque termina tomando sus brazos para llenarlos de rasguños por sus cortas uñas.
Siente cada uno de los roces, sus fluidos revueltos con los de él, el lubricante haciendo un charco debajo de él, el olor de su alfa lo mareaba pero a la vez le exitaba.
Jungkook se encuentra en un estado de perdición, sabía que sus caderas eran un templo y quería adueñarse de ellas dejando su huella.
Siente que casi llega y prepara el cuello de su amado, llevaba meses sin ser atendida tal vez le dolería mucho y él se encargaría de curarla.
Sus dientes empiezan a picar y cuando llega al punto entierra sus colmillos en su cuello color perla, Jimin gime agudo viniendose al mismo tiempo que Jungkook, su cuerpo se hace frágil y se deja llevar por una voz que le dice que se duerma.
La respiración del alfa es agitada, aún así sin aire él se encarga de atenderlo para que no haya alguna necesidad más tarde, limpia su cuello y deja un beso al final, revisa que su esposo esté bien, sonríe al ver como quedó, destrozado, ese era su cometido.
Como buen alfa, agarra su cuerpo en brazos luego de salir de él, se encarga de las sábanas, dejar solo las que no estaban sucias mañana podría cambiarlas bien, limpia su cuerpo en la bañera con agua tibia como le gusta y puede escuchar los leves ronroneos de satisfacción al pasar la esponja entre sus piernas y pecho con uno de los jabones más caros que podrían usar.
Saliendo del baño con una camisa que era de él y una mini braga blanca deja que descanse en la cama, le besa la frente con amor y se deja caer rendido a un lado de él.
✧✦✧
Desde el primer beso quedó encantado, cuando llegó a su vida se convirtió en su cielo y lo hizo un templo.
Los besos al despertar nunca faltaban, el calor de los abrazos o las charlas por la madrugada que eran sus favoritas.
Las vacaciones sirvieron para reconectarse como alfa y omega, aún sabiendo que les hacía falta sus pequeños para estar completos.
Era hora de la cena que el alfa organizó, pero no sería cualquier cena, era especial.
Ellos nunca sueltan sus manos cuando caminan por la arena, Jungkook se encarga de que no lo suelte para no caer con las rosas rojas que se veían en el suelo, porque él se había encargado de mandar a poner muchas rodeando la mesa para dos, había copas de vino, platos blancos con cubiertos de oro, el buen vino no podía faltar.
Le ayuda con su silla, Jimin susurra un leve "gracias" con las mejillas rojo carmesí.
—Llegué a una conclusión... —Jungkook habla mientras sirve del vino en las copas—. Agradezco a mi horrible secretaria por hacer un horrible café, porque pude llegar a la cafetería donde trabajabas y conocerte, desde el primer día me volviste loco, y ahora no cambian las cosas. Me has dado los mejores años de mi vida a tu lado y mi gran tesoro, mis hijos. Por más años a tu lado Jeon Jimin.
Alza su copa hacia él, Jimin con lágrimas en los ojos por la emoción alza de igual forma para chocarlas.
—Por toda una vida juntos alfa.
La semana fue más como para distraer su mente de los futuros compromisos, visitaron la playa, museos, restaurantes y probaron las frutas más exquisitas del lugar.
Pero, la semana llegó a su fin y el vuelo de regreso a casa los estaba esperando.
✧✦✧
Su miedo era gigante al pasar ese vestido por su cuerpo, abrochar esos pequeños botones de enfrente para que no se note su pecho lo hacen pensar en quitárselo, Jungkook no sabía de ello y quería sorprenderlo, nunca había usado un vestido y cree que podría ser vergonzoso.
Era muy bonito, blanco con un listón en la cintura de color negro que tenía brillos, había conseguido unos tacones no tan altos de color negro igual.
Hoy Jin se casaría con Jongsuk, había una regla de vestimenta y todos tenian que ir de blanco, es muy raro porque no debería ser así pero así lo quiso él porque siempre ha querido ser diferente. El hecho de que estaba esperando un segundo bebé cambió todos sus planes.
Mira la hora y empieza a ponerse nervioso, mete todo a su bolsa y agarra las zapatillas para ponérselas en la sala, allí estaban Jungkook y sus pequeños.
—¿Me veo bien? —Jimin se aparece en la sala con las manos detrás de su espalda y con las rodillas temblorosas.
—Wow, no puedo creer que seas mío, te ves como para follarte con él puesto —Jungkook lo ve de arriba para abajo mordiendo su labio inferior.
—¡Jungkook estan los niños presentes! —se pone rojo como tomate tomando a Junseo en sus brazos.
—Perdón, ¿te ayudo con eso?
Él asiente sentándose en el sillón para que Jungkook le ayude a ponerse los tacones, al final deja un beso en su pierna.
—¿Podríamos hacer mi sueño realidad cuándo regresemos?
—Si no estamos cayendo al suelo porque tomamos de más, lo podría considerar.
El salón donde fue la boda era gigante y lujoso, Jongsuk había gastado una suma grande en todo eso aunque no le importaba el gasto, tenía que ser hermano de Jungkook.
Cada quien dio sus votos, varias palabras y una que otra lágrima, hasta que el si salió de sus bocas.
Hubo una fiesta grande en un salón privado, todos bailaron y tomaron, menos Jin que se dedicaba a tomar jugo de manzana y comía mucho pastel.
Y al llegar la noche, sus hijos se habían quedado con una niñera, estaban sobrios y con mucho calor, esa noche Jungkook había tenido mucha suerte.
✧✦✧
El café está en la mesa, panqueques recién hechos con miel de mapple, una que otra tostada quemada y tres cachorros de cinco años corriendo en el patio con su padre.
Jimin bebe un café negro mirando hacia fuera con una sonrisa, espía sin ser visto detrás de la cortina mientras deja que el panqueque se haga.
Habían pasado por tantas cosas, podría decir que era feliz, dormía tranquilo en una cama caliente en los brazos correctos, jugaba con sus hijos en sus tiempos libres y se encargaba ahora de cargar a otro cachorro en su vientre, aunque eso aún era sorpresa para Jungkook.
Tenía pensado decirlo cuando estuvieran los cinco juntos, para que sus pequeños también se emocionaran.
Sale de sus pensamientos cuando un olor a quemado llega a su nariz, maldice bajo y voltea el panqueque, que ahora era un círculo negro.
—Alguien anda muy distraído —Jungkook asusta a Jimin.
Brinca en sus lugar pero es sostenido por los brazos de Jungkook en su cintura, ríe del nerviosismo, él tiene sus manos en su pancita ahora.
—¿Qué piensas? Puedo sentir tu nervios —Jungkook frunce el ceño.
—Pienso en que este es el segundo que se me quema y va a ser el tercero si no me quitas las manos.
Con un beso ruidoso en su mejilla se despide para regresar con sus hijos y llamarlos para desayunar.
Los pequeños habían crecido bastante, notando mucho los genes de Jungkook. Junseo era inquieto, podía decirse que en algunas ocasiones era brusco cuando algo le incomodaba o a sus hermanos, siempre protegiendo, las platicas de Jungkook y Jimin tienden a ser verdad, Junseo podía ser un alfa cuando se presente, Youngjae no se quedó atrás, era la mano derecha de Junseo en cada una de sus travesuras también podría ser la gran sorpresa de que sea un alfa, pero, Haechan era más delicado, le gustaba siempre estar en los brazos de su padre, y Jungkook siempre lo protege y está en alerta con él, aún no quieren hablar de eso, el destino de sus cachorros, sea como sean ellos los amarán.
En la mesa los pequeños se sientan, Junseo y Youngjae haciendo un desastre en sus platos mientras Haechan lo alimenta Jimin.
—Niños dejen de tirar la fruta.
—Peldon —Junseo balbucea con la boca llena.
—Modales hijo.
Jimin sonríe limpiando la boca de su nene, le da un beso en la frente y piensa que es momento de hablar.
—Yo tengo algo que decirles.
Jungkook le presta atención junto con los niños, impaciente y con miedo, Jimin se toma de valor.
—Estoy... embarazado, yo... bueno nosotros, tendremos un bebé.
Y alza las manos murmurando un leve "tara", Jungkook deja caer el tenedor al plato haciendo un ruido en el silencio que se plantó. Junseo enseguida pensó que hablaban de un perro.
—¡Tendremos un pelo! —se levanta de la silla y brinca aplaudiendo.
—¿Qué? No, no, bebé, tendrán un hermanito —y lleva sus manitas a su pancita donde apenas y se siente un bulto, estaba de semanas—. ¿Jungkook?
El alfa que se había quedado sin palabras procesando todo, pero en segundos sus ojos se llenaron de lágrimas y se levantó para abrazarlo, el cual duró poco porque Haechan empezó a llorar por atención.
—¡Tendremos otro bebé!
Y Jimin sintió su pecho florecer una vez más.
De nuevo, allí estaban, su familia porque eso era lo que tenía ahora, una familia hermosa que construyeron ambos en todos estos años y por lo visto seguiría creciendo más y más.
✧✦✧
Los meses pasaron y los cachorros dejaron de serlo, llegó la etapa en la que entraron a la escuela y en un abrir y cerrar de ojos se encontraban graduandose de la preparatoria.
Sin tomarlos de sorpresa se presentaron, Junseo y Youngjae eran alfas, Haechan un omega y la menor Soeun una alfa.
Aunque al principio Haechan sufrió porque quería ser alfa lo pudo manejar bien y ahora disfruta de ello porque sabe que no es malo ser omega, aparte, tiene el apoyo y protección de cuatro alfas.
Con el paso del tiempo y los años nada cambió, se mantenían unidos a pesar de los disgustos de Jungkook al saber que sus hijos tenían pareja, Jimin se reía de él por los celos, a él también no le gustaba la idea de que se llevaran a su hijos pero era parte de su proceso.
Lo que más le causó trauma fue el novio de Haechan.
—Papá por favor, conoce a Mingyu, es increíble y quiere tu permiso —Haechan le rogaba a su padre el cual apretaba la mandíbula.
—Vamos Jungkook, solo conocelo, es un buen muchacho.
—¡¿Qué?! ¿Lo has visto?
Y si, Jimin lo había visto en varias ocasiones, cuando iba por sus hijos a la universidad y el muchacho se despedía de él con besos en la frente, no había malas intenciones en su mirar y Jimin lo aprobaba al igual que sus hermanos, los cuales se habían adelantado para amenazar al muchacho.
—Está bien, haremos una cena para que lo conozca porque por lo que veo todos en esta casa saben de él.
Haechan se para del sillón para abrazar a su padre, sale corriendo a su habitación para hablarle a su chico.
—Crecieron tan rápido, aún recuerdo cuando les cambiaba el pañal —Jungkook hace una mueca triste.
—Se pasaron los años alfa, estoy muy orgulloso de ellos y de todo lo que han hecho, estoy tan emocionado porque nos darán-
—Ni lo digas omega, no estoy listo.
Las buenas noticias no dejaron de llegar, y los miedos de que no querían que pasarán los años se cumplía cada vez más hasta que le restaron importancia y vivieron.
Las flores se cultivaron en su casa, crecieron, y en una ocasión se quisieron secar pero él las arregló, dejando que florecieran de nuevo con libertad.
El amor nunca se acabó y nunca se acabaría, siempre había algo por lo cual quedarse, cada integrante de esta hermosa familia y apegados a ellos, siguieron juntos, Jungkook siempre amó a Jimin y Jimin siempre amó a Jungkook, ambos saben que si esta vida se termina regresarían en otra, con otros escenarios, en otros años o en diferentes cuerpos, siempre estarían conectados.
Fin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro